FAMOSAS ÚLTIMAS PALABRAS: “Yo le digo a esta persona: 'Ya estamos sobre ti'. Ya todos los instrumentos que hay en la empresa y en la justicia mexicana estamos muy cerca de ti. Hazte a un lado, bríncate, llégale como quieras. Estás en peligro. Ya estamos muy cerca y te vamos a caer, si te metes con uno de nosotros te metes con todos. Ya te chingaste y te lo estoy diciendo por la buena”: Brozo en los micrófonos de Foto TV de Televisa.
GANA AMLO. Con habilidad propia del agitador de masas, Andrés Manuel López Obrador ya jaló al PRD a su ring y lo tiene debatiendo en las primeras planas de los periódicos. Los dimes y diretes han minado la fuerza de la alianza PAN-PRD para el Estado de México, con ello han debilitado el juego secreto de Manuel Camacho y al final le han quitado fuerza a la precandidatura presidencial perredista de Marcelo Ebrard. La falta de inteligencia política de Jesús Ortega, la pequeñez política de Jesús Zambrano y el salinismo de Camacho no han alcanzado a darle fuerza política a la alianza mexiquense. El que tiene la agenda es López Obrador. Y no la va a soltar porque lo que le importa no es el Estado de México sino la candidatura presidencial. Y el PRD ha perdido prestigio como supuesto partido de izquierda al aliarse con la derecha panista.
DF, PLAZA CALIENTE. Mientras el jefe de gobierno Marcelo Ebrard le dedica más tiempo a la grilla para colocar su precandidatura presidencial perredista, la ciudad de México ha comenzado a calentarse con la violencia del narcotráfico: asesinatos, balaceras y aumento en el consumo han aumentado en los últimos meses. Bajo las narices de Ebrard, la violencia criminal ha aumentado en “su” ciudad. El DF vive un poco los tiempos previos a la violencia que vivió Monterrey, cuando los narcos llegaron a la plaza a refugiarse con sus familias y después comenzó la disputa del territorio. Lo peor de todo es que Ebrard ha descuidado la seguridad y pasa más tiempo diseñando estrategias sucesorias. Los avisos se siguen acumulando pero la reacción gubernamental ha sido lenta. Luego que no se quejen.
LEGALIZAR EL DOPAJE. Si se supone que los intelectuales son los ciudadanos con mayor capacidad de análisis de la realidad, resulta que la campara de intelectuales por la legalización de la droga se basa en el más inquietante de los simplismos: al ser legal, las mafias desaparecerán. Sin embargo, el problema es otro: el daño social por el consumo. Es decir, que se tapa un hoyo y se destapa otro. El ejemplo de la crisis de seguridad en Chicago en los años veinte y treinta es parcial, elude el hecho del moralismo religioso de los estadunidense y por cierto que esconde el conflicto central de la crisis de la prohibición de consumo de alcohol: la corrupción de las autoridades. El poder de Al Capone fue correlativo a la corrupción del alcalde y las fuerzas policiacas locales. Se legalizó el alcohol, bajó la violencia pero subió el alcoholismo. Ya lo dijo el escritor Carlos Fuentes: preferible tener drogadictos que mafiosos.
MOLINAR-TELEVISA. La licitación 21 del espectro radioeléctrico, que beneficio a Televisa-Nextel, es una bola de nieve que rueda crece y crece: ya metió al congreso y al gobierno federal en un choque de frente, ya comenzó a dividir al PAN, ya debilitó la posición del secretario Juan Molinar Horcasitas y ya dejó la impresión de alguna alianza oscura del gobierno panista con Televisa. Y lo peor de todo es que hubo resquicios legales que no cumplieron con los requisitos y el asunto ya se enfila a tribunales donde el gobierno federal podría tener otra severa derrota. Y todo por hacer las cosas mal, a escondidas y sin entender que los equilibrios de poder ya no aguantan decisiones absolutistas.
ES PREGUNTA. ¿Con qué cara va a criticar el PRD la estrategia de lucha contra el narco si metió subrepticiamente al acusado Julio César Godoy para que protestara como diputado y quedara protegido por el fuero?
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